“I grew up with the liberty of being outside more.” Esperanza (a pseudonym) has lived in Brighton Park ever since her family moved from Mexico when she was eight. The years of living there have given her a keen insight into how it has changed over the years. Feeling that her children and the neighborhood youth were unsafe in the streets, Esperanza took up a position as a teacher’s assistant.
By providing support and a safe environment she hopes the children in her care who do not have that at home will be able to make healthier decisions as they grow older. Her story is that of building a healthy community despite the social pressures in her environment, and how Brighton Park Neighborhood Council supports those efforts.
Esperanza shared her story in Spanish, which follows the English translation below.
I felt safer going outside and playing when I was growing up. Now there are gangs; there are people who try to harm boys and girls. Drugs are also more accessible to children. I had to live with my brother when he was a teenager and we had to go pick him up from school because if we didn’t go, the gang members were already waiting for him. We were there as a family supporting him. The good thing is that he did not take that path, but many children do because they do not feel safe and out of fear that something will be done to them, they decide to go with them. I am concerned about the way teenagers today are growing up.
I believe many children are lost. They still don’t know what they want for their future. As a mother, I see that they do not have the confidence to seek help, because many believe that they will not get it back home. We as assistants and teachers try to make the children adapt. When the child asks me for help, that is when I am satisfied with what I am doing. I have had to deal with children who suffer from domestic violence, there are children who go through many things that should not happen to them. They arrive at school trying to forget what happens at home. When a child comes from home acting very rebellious or tries to bully another child, we try to get them to coexist with the other children and leave all those bad habits behind. Afterwards we see them interacting with the other children, sharing, playing, that’s when we realize that we can help that child to not follow the same examples they are following at home. We get them to forget what is happening and go through the day happy. They’re leaving school happy.
We have a right to call for change because it is our children who go to those schools. Some moms have shared that children have brought drugs to schools. BPNC has made protests in schools to call for the principal’s attention, that what they are doing is not right. Through BPNC I believe that we are the voice for things to be better, they are doing a lot for the schools and they are not going to give up. As a mother I realize that the schools need a lot of support. We want to try to change things for the better of all. I get information from BPNC, and they offer many activities for children after school, so that our children can be better people and gain experiences that will help them in the future.
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Yo me sentía más segura de salir afuera y jugar. Ahora por ejemplo nada más son pandillas, hay gente que trata de hacerle daño a los niños y las niñas, ahora las drogas también son más accesibles para los niños. Me tocó vivir con mi hermano en su adolescencia y teníamos que ir por él a la escuela porque si no íbamos nosotros ya los pandilleros lo estaban esperando. Estábamos como familia ahí apoyándolo. Lo bueno es que él no tomó ese camino, pero muchos niños sí porque no se sienten seguros y por el miedo de que les hagan algo deciden irse con ellos. Me preocupa ahora la manera en que están creciendo los adolescentes.
Tenemos el derecho de exigir un cambio porque son nuestros hijos que van a esas escuelas. Algunas mamás han compartido que los niños han llevado drogas a las escuelas. BPNC ha hecho protestas en las escuelas para llamarle la atención al director de que no está bien lo que están haciendo. Por medio de BPNC creo yo que somos la voz para que sea mejor, ellos están haciendo bastante para las escuelas y no se van a rendir. Yo como mamá me doy cuenta que las escuelas necesitan mucho apoyo. Queremos tratar de cambiar las cosas para el beneficio de todos.
En el momento que estoy con los niños, cuando el niño me pide ayuda es cuando yo estoy satisfecha con lo que estoy haciendo. Me ha tocado experimentar con niños que sufren violencia doméstica en casa, hay niños que pasan por muchas cosas que no les deberían de pasar. Entonces llegan a la escuela tratando de olvidar lo que pasa en casa. Cuando el niño viene de casa muy rebelde o tratando de hacer bullying a otro niño, nosotras tratamos de hacer que el conviva con los niños y deje todos esos malos hábitos y lo vemos a el interactuar con los niños, compartir, jugar, entonces es cuando nosotros nos damos cuenta de que podemos ayudar a que ese niño no siga los mismos ejemplos que están siguiendo en casa. Nosotros conseguimos que se olviden de lo que pasa y pasen el día contentos, que salgan de la escuela contentos.
Yo creo que los adolescentes necesitan que nosotros vayamos por ellos porque muchos niños están confundidos , no saben todavía qué es lo que quieren para su futuro. Nosotras como asistentes y maestras tratamos de que los niños se adapten. Es cuando ellos saben que la escuela es como su segunda familia, porque ellos se la pasan bien, juegan, comen…porque puede que hasta en casa no coman. Yo como mamá los veo que no tienen la confianza para buscar ayuda, porque muchos van a creer que no la van a conseguir en casa.
Hay información que yo agarro por parte de BPNC, ellos ofrecen muchas actividades para los niños después de clases y esa información yo se la llevo a mis hijos. Son oportunidades que mis hijos pueden tomar, porque ellos son parte de la comunidad. Es mucha información que ellos dan para que nuestros hijos también sean mejores personas y agarren experiencia que les va ayudar en el futuro.